UNA PEQUEÑA APORTACIÓN DESDE MI HUMILDE EXPERIENCIA, SOBRE COMO SE PUEDEN INTENTAR SOLUCIONAR LOS PEQUEÑOS PROBLEMAS DIARIOS QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS.
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jueves, 26 de febrero de 2015

EL INVESTIGADOR Y SU VACUNA

Hoy  voy a contaros una historia, una parábola. Una vez un investigador encontró una vacuna contra una enfermedad tropical. Este científico, que ya estaba contratado por Naciones Unidas decidió que el bien moral estaba por encima de su lucro personal, así que ofreció la patente de su remedio a sus superiores  a coste cero en lugar de vendérselo a una multinacional; su premio era saber que estaba contribuyendo a la mejora de la salud de sus congéneres. La vacuna estaba todavía sin evolucionar, estaba imperfecta, pero se preveía un brote infeccioso de la enfermedad con la llegada de la primavera, las condiciones climatológicas de ese invierno  hacían ese hecho como algo más que seguro.
El investigador no comprendía como la administración que tenía la patente no la ponía inmediatamente en marcha. Seguro que con ella no se podría salvar a todo el mundo, pero es seguro que al menos se podría reducir la tasa de mortalidad a la mitad. Así que decidió poner un anuncio en el periódico y mandar a quien se lo pidiese una o varias dosis, al menos su conciencia estaría tranquila. Cuando hizo eso, los rectores de Naciones Unidas se pusieron en contacto con él, le comentaron que una vacuna que llevase el sello de Naciones Unidas debía ser perfecta, por eso no la podían lanzar hasta el año siguiente.
Pasó el tiempo, efectivamente ese año las condiciones especialmente problemáticas hicieron que la epidemia fuese tremendamente mortífera. Al año siguiente salió la vacuna oficial, pero ya no había nadie a quien poder salvar.
A veces la administración para que nadie pueda decir que ofrece productos o soluciones imperfectas, prefiere la tardanza a la hora de ayudar a sus funcionarios.No entiende que es preferible rapidez, a pesar de pecar de un poco de imperfección, que algo perfecto y grandioso, pero con una tardanza evidente.
Si alguna vez os habéis visto en la piel de este científico, no tenéis que desanimaros, cuando se intenta mejorar la situación de los demás nos tiene que valer con la satisfacción personal. No podemos basar la alimentación de nuestra autoestima en el espaldarazo de la administración, en su vertiente política me refiero, sino en el espaldarazo que te dan tus compañeros, los que reman a tu lado y tus jefes más próximos, los que te ayudarán con un salvavidas si alguna vez te ahogas en el mar.

4 comentarios:

  1. metáfora excelente de la realidad.

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  2. Lástima que sea tan real Nieves, lo que pasa es que hay cosas que desde una mentalidad de maestro, que busca el bien de la comunidad escolar, no se entiende. De todas formas seguiremos investigando para evitar las pandemias que sufrimos en los centros, jajajajj.

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  3. Necesitamos investigadores activos, implicados y que asuman la responsabilidad de mejorar la salud de su pueblo, como el de la parábola.
    Yo conozco uno, se llama Paco, que con todo su equipo hace lo mismo por mejorar la escuela y somos muchos los que valoramos su trabajo y le agradecemos sus medicinas.
    Gracias Paco.

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    1. Paco no es más q un eslabón más en una cadena q se llama CEIP Labordeta, pero si de algo estoy seguro es de que hay muchos más investigadores en otros colegios q tienen muchas cosas q aportar. Muchas gracias Marisa por tus animos , no t imaginas lo q nos reconfortan.

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